Hace pocas semanas un supuesto cáncer de la presidenta argentina Cristina Fernández cambió abruptamente de diagnóstico, y se convirtió en un tumor benigno de la tiroides.
Otras dudas las había sembrado el presidente venezolano Hugo Chávez, sobre cuya enfermedad también corren versiones dispares, incluso la que afirma que se trata de un simple invento.
En el caso del cura
Fernando Lugo, nadie pudo acceder jamás a los resultados laboratoriales, lo cual hace sospechar de una más de las tantas manipulaciones mediáticas sobre una falsa enfermedad.
Indicios para sospechar no faltan en el caso del cura. Desde las dudas que se ciernen sobre las pruebas de ADN fraguadas por su abogado Marcos Fariña en el caso de la demanda de Hortensia Morán, hasta las falsificaciones de resultados laboratoriales de vacunas en SENACSA, en el Paraguay todo es falsificable.
Estamos hablando de uno de los paraísos internacionales de la piratería, y de un pais que empeoró en el ranking de la corrupción bajo el gobierno del falso teólogo de la liberación
Fernando Lugo.
Al hablar de un personaje que fue presentado como impoluto referente moral y acabó descubierto como pederasta confeso, en un pais con semejante carta de presentación, no es muy difícil dudar de toda la historia. Ya lo expresó la ex embajadora Liliana Ayalde: "En el Paraguay es muy difícil encontrar la verdad".
Es que el Paraguay, evidentemente, es un pais donde nada es lo que parece.