El personaje que presentaron como referente moral, acabó deshonrando como ninguno a la investidura presidencial de Paraguay. Nada más y nada menos que un cura pederasta confeso, además acusado de violador, el gran embaucador
Fernando Lugo. ¿Es un tema privado la dignidad de unos hijos que negó ante la opinión pública de un país entero?
OTRA DEMANDA PARA EL "PADRE DE LA PATRIA"
La jueza de la Niñez y Adolescencia paraguaya, Sonia Sánchez Laspina, aceptó este jueves dar trámite a una demanda contra el presidente
Fernando Lugo promovida por Hortensia Damiana Morán, que le reclama el apellido para su hijo varón de 2 años.
Ahora Lugo "tiene nueve días para contestar la demanda o allanarse al reclamo", dijo la actuaria judicial Barbara Leiva a periodistas.
"Para nosotros esto es un proceso normal, con la sola diferencia de que se trata del presidente de la República", explicó.
Hortensia Morán es la tercera mujer que asegura tener un hijo con
Fernando Lugo y es la tercera en demandarlo.
En mayo pasado, luego de un escándalo en la prensa, el clérigo-presidente admitió y reconoció un hijo de 2 años, Guillermo Armindo, fruto de su unión con Viviana Carrillo, de 25 años.
Una segunda querella fue planteada por Benigna Leguizamón, de 27 años, por un hijo varón de 6 años.
El trámite de este juicio se halla en etapa de resolución por el juzgado, que debe decidir si Lugo tiene que hacerse la prueba de ADN, como pide la defensa.
Hortensia Morán exige también la prueba de ADN al ex obispo católico.
"Una vez que tengamos el reconocimiento por parte de Lugo estaremos haciendo también un juicio por asistencia de alimentos", dijo el abogado de la mujer, Rodrigo Aguilar.
Benigna Leguizamón (26), responsable de la demanda por filiación en contra del presidente Fernando Lugo, también denunció al ex obispo de haberla sometido sexualmente. “Lugo me violó”, afirmó en un programa radial difundido en Ciudad del Este, en la Triple Frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil.
La mujer sorprendió a los medios cuando relató que un día, el entonces monseñor Lugo, la hizo buscar por su chofer, quien la llevó hasta el Obispado de San Pedro, alegando que el obispo estaba enfermo. Sin embargo, según comentó, al llegar Lugo la encerró en su habitación y la forzó a tener sexo con él. “El Obispado era de dos pisos, me encerró bajo llave en una habitación y allí me sacó la ropa a la fuerza y me sometió sexualmente. No había cómo escapar de él”, comentó.
LA PIEDRA DEL ESCÁNDALO