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Luis Agüero Wagner
Dreyfusard del siglo XXI
08 de Noviembre, 2009 · General

FERNANDO LUGO, EL RIDÍCULO DEL OBISPO VIOLADOR

 


Se dijo muchas veces que del único lugar de donde el político no vuelve es del ridículo, y es precisamente ese camino imposible el que Fernando Lugo pretende emprender.

El obispo libertino Fernando Lugo incluso fue comparado con el rey Enrique VIII (*) de Inglaterra, por un columnista del diario La Nación de la capital paraguaya.

La comparación tiene mucho a su favor, dado que tanto Lugo como Enrique VIII comparten la circunstancia de ser teóricos de la teología.

En el caso del rey de Inglaterra, sus tratados teológicos le valieron el título de "Defensor de la Fe", que el rey de Inglaterra ostenta hasta hoy.

Sin embargo, a diferencia del rey que ordenó decapitar a varias de sus mujeres, pero se constituyó en un eficiente gobernante, Lugo ha demostrado una absoluta incapacidad en gestión de gobierno.

Según el artículo de Enrique Vargas Peña "al contrario de Enrique VIII, el presidente Lugo no fijó aún los lineamientos de una estrategia que permita a Paraguay dejar de ser la Cenicienta del MERCOSUR".
Fue ridículo decir que era izquierdista, para acabar nombrando un gabinete dominado por agentes de la embajada norteamericana, e inaugurar su gestión con un escándalo anti-sandinista coordinado por la agente del NED Gloria Rubín.

Necesitará mucho ingenio, obligadamente, para no aparecer en forma permanente en ridículo, y para que cada frase que diga no sea tomada en sorna.

Dijo Napoleón que de lo sublime a lo ridículo hay un solo paso, y Lugo lo confirmó con el desplome de sus mentiras, que en pocas horas fueron acompañadas por el desplome de su popularidad en las encuestas.
La caída fue de 16 puntos en pocas horas, y se sumó a los treinta puntos anteriores acumulados por el desgobierno, ineptitud y escándalos previos.

El clérigo-presidente Fernando Lugo afirmo que "accionará judicialmente" contra quienes perjudicaron su imagen a raíz de sus amoríos con los que sembró hijos por todo el Paraguay siendo obispo.

Sin embargo, no queda claro contra quiénes accionará, teniendo en cuenta que en estos días se ha convertido en el hazmerreír universal.

Algunos de los medios que Lugo debería demandar en caso de cumplir con su amenaza serían: BBC de Londres, Washington Post, Red O Gloro, Clarín, TNnoticias, la revista GENTE, revista Noticias de Buenos Aires, RAI, El País de España, El Mundo, Ultima Hora, La Nación, etc., etc.
Por lo tanto, ardua labor le espera a sus abogados.

Quien se presentara como paradigma de honestidad, acabó dirigiendo una gavilla de contrabandistas y nombrando a un criminal condenado por la justicia como jefe de inteligencia de la Fuerza Aérea, para desde allí hacer su trabajo.

Quien se presentara como apóstol de la bondad y respeto a los derechos Humanos, terminó desatando una brutal represión en varios operativos militares como el Jeroviaha, sólo para complacer a la embajada norteamericana y beneficiarse de la ATPDA.

Quien se presentara como un impoluto referente de la moral pública, acabó ridiculizado como padre irresponsable, abusador de menores y aprovechador de jovencitas indigentes.
Si en los hombres no aparece el lado ridículo, es que no lo hemos buscado bien, dijo François de la Rochefoucauld, y lo confirmó Fernando Lugo.

(*) Enrique VIII (28 de junio de 1491 – 28 de enero de 1547) fue rey de Inglaterra y señor de Irlanda desde el 22 de abril de 1509 hasta su muerte. Fue el segundo monarca de la casa Tudor, sucediendo a su padre, Enrique VII. Famoso por haberse casado seis veces y por ejercer el poder más absoluto entre todos los monarcas ingleses. Entre los hechos más notables de su reinado se incluye su ruptura con la Iglesia Católica Romana, y su establecimiento como cabeza de la Iglesia de Inglaterra (Iglesia Anglicana), la disolución de los monasterios, y la unión de Inglaterra con Gales.

También promulgó legislaciones importantes, como las varias actas de separación con la Iglesia de Roma, de su designación como cabeza suprema de la Iglesia de Inglaterra, las Union Acts de 1535 y 1542, que unificaron a Inglaterra y Gales como una sola nación, la Buggery Act de 1533, primera legislación contra la sodomía en Inglaterra, la Witchcraft Act de 1542, que castigaba con la muerte la brujería.

La protección que dispensó al pintor alemán Hans Holbein se tradujo en una formidable serie de retratos y dibujos a color, que efigian a muchos personajes de la Corte de aquella época. Destaca la efigie del propio Enrique VIII, del Museo Thyssen-Bornemisza.

TESTIMONIO DE SUS VÍCTIMAS

 

Apenas inauguraba su gobierno Fernando Lugo, su ministra de la mujer Gloria Rubín orquestó un escándalo anti-sandinista con el objeto de repudiar al líder nicaragüense Daniel Ortega, por presuntos hechos nunca dilucidados de abusos sexuales, con un fuerte tufillo anti-izquierdista.

 

Sin embargo, al conocerse que su propio jefe el clérigo-presidente había abusado de menores de edad siendo además cura católico, a la ministra feminista al servicio de un jerarca de la más machista de las iglesias cristianas no se le movió un pelo.  A propósito, viene a cuento este testimonio de una humilde mujer campesina, vejada y abandonada por quienes deberían velar por sus derechos, como la secretaria de estado Gloria Rubín.

 

TESTIMONIO DE BENIGNA LEQUIZAMÓN

 

Benigna Leguizamón (26), responsable de la demanda por filiación en contra del presidente Fernando Lugo, contraatacó ayer denunciando al ex obispo de haberla sometido sexualmente. “Lugo me violó”, afirmó la denunciante.

La mujer sorprendió a todos cuando relató que un día, el entonces monseñor Lugo, la hizo buscar por su chofer, quien la llevó hasta el Obispado de San Pedro, alegando que el obispo estaba enfermo. Sin embargo, según comentó, al llegar Lugo la encerró en su habitación y la forzó a tener sexo con él. “El Obispado era de dos pisos, me encerró bajo llave en una habitación y allí me sacó la ropa a la fuerza y me sometió sexualmente. No había cómo escapar de él”, comentó.

“Él me pidió que no me enojara. Luego continuó la relación hasta que me quedé embarazada. Allí, él me prometió hacerse cargo”, indicó.

MÁS HIJOS

Por otro lado, Benigna relató que recibió una llamada de una mujer que se identificó como Carmen, quien dijo ser de la colonia Correa Ruguá, departamento de San Pedro. Esta, según dijo, le comentó que también ella tiene un hijo de Lugo, que actualmente tiene 4 años. “Me dijo que apenas solucione mi caso, ella también presentará la denuncia contra Lugo. Este señor ahora me da asco”, expresó la denunciante.

“NIEGA A OTROS”

El domingo pasado, el presidente Fernando Lugo, tras pasar el día del padre con su hijo Guillermo Armindo, había señalado que el niño es su “único hijo”, a quien tildó como “un don de Dios”. Ante esto, Benigna expresó que se sintió lastimada, “porque (Lugo) es un sinvergüenza”.

“Al decir eso, él no solo está negando a mi hijo, sino también a los otros que tiene por ahí. Cada día que pasa, este señor me da más asco”, reiteró.

 

Este es el personaje que hoy ha logrado, tras deshonrar a su iglesia y convertir a su pais en la burla del mundo, obtener la aceptación social del estupro y la violación en la sociedad paraguaya.

¿LO SANCIONARÁ LA IGLESIA CATÓLICA?

La confesión del obispo Fernando Lugo de haber cometido estupro lo hace candidato a engrosar esta lista publicada por Pepe Sánchez.

Sirva recordar sucintamente algunos casos notables que han protagonizado diferentes prelados durante la última década:

-- Alphonsus Penney, arzobispo de la diócesis de San Juan de Terranova (Canadá), dimitió, en julio de 1990, por haber encubierto decenas de delitos sexuales cometidos contra unos 50 menores por más de una veintena de sacerdotes de su diócesis.

-- Hubert Patrick O'Connor, obispo de Prince George (Canadá), en febrero de 1991, fue formalmente acusado por la Policía de haber violado a varias mujeres y de cometer asaltos obscenos contra varias otras.

-- Eamon Casey, obispo de Dublín (Irlanda), dimitió, en mayo de 1992, tras conocerse que era padre de un adolescente y que de los fondos de la diócesis había pagado a la madre, en 1990, unos doce millones de pesetas "para gastos".

-- Rudolf Bär, obispo de Rotterdan (Holanda), fue forzado a presentar su dimisión, en marzo de 1993, tras ser acusado de "homosexual".

-- Hansjoerg Vogel, obispo de Basilea (Suiza), dimitió de su cargo, en junio de 1995, debido a que estaba esperando un hijo de su amante.

-- Roderick Wright, obispo de la diócesis de Argyll y las Islas (Escocia), dimitió, en septiembre de 1996, tras haber protagonizado una ruidosa fuga con una atractiva feligresa.

-- Hans Hermann Gröer, cardenal y arzobispo de Viena (Austria) y presidente de la Conferencia Episcopal austriaca, fue forzado a dimitir de todos su cargos, en abril de 1998, tras ser acusado, en 1995, de cometer una diversidad de delitos sexuales contra menores, por una decena de antiguos seminaristas de los que fue confesor.

-- John Aloysius Ward, arzobispo de Cardiff (Irlanda), fue sustituido al frente de su diócesis, por el Vaticano, en diciembre de 2000, por la presión social desencadenada por haber encubierto a dos curas pedófilos de su diócesis que acabaron encarcelados, aunque la causa oficial para dejar su puesto fue la convalecencia de una trombosis.

-- Pierre Pican, obispo de la diócesis francesa de Bayeux Lisieux, fue condenado, en septiembre de 2001, a tres meses de prisión por haber encubierto a un sacerdote pederasta.

-- Anthony J. O'Connell, obispo de Palm Beach (Florida), dimitió en marzo de 2002 tras admitir haber abusado de dos seminaristas; con uno de ellos, a finales de la década de los setenta, se había metido en la cama, desnudo, cuando el joven acudió a él para pedirle consejo pastoral. O'Connell reconoció que su diócesis pagó a su víctima, en 1976, la suma de 125.000 dólares para ocultar los hechos (que incluían los tocamientos de O'Connell y los abusos sexuales de otros dos sacerdotes). "Ninguna de las personas que me nombró para este cargo lo sabía. Aunque siempre supe que estaba en mi pasado, no lo reconocí", dijo el obispo.

-- J. Keith Symons, el obispo anterior de Palm Beach al que O'Connell tuvo que sustituir en 1999, también debió dimitir tras verse obligado a admitir que había abusado de cinco monaguillos durante las décadas de los años 1950 y 1960.

-- Julius Paetz, arzobispo de Poznan (Polonia), renunció al cargo, en marzo de 2002, tras haber sido acusado de cometer abusos sexuales sobre decenas de seminaristas (ver Caso 8).

-- Brendan Comiskey, obispo de la diócesis irlandesa de Ferns, dimitió en abril de 2002, al hacerse público que encubrió los delitos sexuales que uno de sus sacerdotes cometió sobre varios menores

-- Franziskus Eisenbach, obispo auxiliar de la diócesis alemana de Maguncia, renunció a su cargo, en abril de 2002, a consecuencia de la denuncia presentada por la catedrática Anne Bäumer-Schleinkofer, en septiembre de 2000, acusando al prelado por abuso sexual y daños corporales. Fue la primera vez que la justicia alemana investigó a un obispo y, aunque el proceso fue sobreseído por el tribunal de Coblenza, en noviembre de 2001, por falta de pruebas, el obispado tuvo que reconocer que entre la denunciante y el obispo hubo "contacto corporal", quedando sin aclarar todo un trasfondo de otras posibles relaciones sexuales.

-- Rembert Weakland, arzobispo de Milwaukee, solicitó al Vaticano, en mayo de 2002, que aceptase su jubilación anticipada tras saltar a la luz que compensó con 450.000 dólares a un ex amante adulto que le acusaba de violación.

-- James Williams, obispo de Louisville (Kentucky), renunció en junio de 2002 tras ser acusado por uno de sus antiguos monaguillos, James Bennett, un joven de 33 años, que acusó al obispo Williams de haber abusado sexualmente de él hace 21 años, cuando fue su ayudante en una parroquia; al parecer no fue su única víctima, ya que otras 90 denuncias de otras tantas víctimas incidieron en lo mismo.

-- James McCarthy, obispo auxiliar en la archidiócesis de Nueva York, dimitió de sus cargos en junio 2002 tras reconocer haber mantenido relaciones sexuales con varias mujeres, que en este caso eran todas mayores de edad.

-- George Pell, arzobispo de Sydney, renunció temporalmente a su cargo en agosto de 2002 tras ser acusado de haber abusado sexualmente de un menor de 12 años en 1961. Tres meses antes, en junio de 2002, varios feligreses le habían acusado de encubrir delitos sexuales del clero, cuando fue obispo auxiliar en Melbourne, en 1993, ofreciendo dinero a las víctimas a cambio de silencio.

-- Edgardo Storni, arzobispo de Santa Fe (Argentina), fue procesado judicialmente en agosto de 2002 acusado de haber abusado sexualmente de al menos una cincuentena de jovencitos, todos ellos seminaristas. El Vaticano le investigó por esta misma conducta en 1994, pero silenció su expediente. En el momento de cerrar la edición de este libro, a principios de septiembre de 2002, en el Vaticano se había adoptado la decisión de removerlo de su cargo, pero todavía no la había materializado (ver Caso 9). Nota: Storni fue removido de su cargo en octubre de 2002.

-- Francisco José Cox, ex arzobispo de La Serena (Chile), fue recluido de por vida en un monasterio en noviembre de 2002 por "comportamiento impropio con niños varones". Los abusos sexuales a menores cometidos por este prelado se produjeron a lo largo de muchos años, pero sólo ahora la Iglesia tomó cartas en el asunto. La comunidad a la que pertenece el prelado, la de Shoenstatt, le examinó y le encontró "no apto pasiquicamente para la función pastoral".

-- Bernard Law, arzobispo de Boston (Estados Unidos), fue finalmente "dimitido" en diciembre de 2002, más de un año después de que en su archidiócesis estallasen cientos de casos de delitos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes y encubiertos por el cardenal Law con plena conciencia y voluntad de proteger a los delincuentes con desprecio de sus víctimas. De todos los casos conocidos hasta la fecha, este cardenal es el que mayor número de delitos ha encubierto y ha propiciado (buena parte de los sacerdotes que encubrió volvieron a delinquir en numerosas ocasiones, cosa que pudieron hacer gracias a la protección continuada que les facilitó el cardenal). Al igual que sus colegas, prelados delincuentes sexuales por acción (agresores ellos mismos) o por omisión (encubridores y cómplices), Law tampoco ha sido juzgado por un comportamiento delictivo que ha protagonizado durante décadas. Sigue contando con la protección del Papa.

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publicado por parapitipora a las 17:46 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
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