La reciente Cumbre del Mercosur en Uruguay solo ha confirmado nuestros vaticinios con respecto al cura presidente Fernando Lugo, a quien desde tiempo atrás no dudamos en calificar como el sepulturero del Mercosur. Siempre ávido del favor de la prensa reaccionaria, no ha dudado en perjudicar a gobiernos como el de Hugo Chávez o Cristina Fernández para ganar a su favor a los medios hegemónicos. A pesar de la propaganda falaz que la arropó, la infortunada elección de Lugo permitió que en Paraguay la prensa mediática pasara de ser el cuarto poder, a convertirse en el primer poder. El libreto de los sectores conservadores y reaccionarios que actúan en política como gerentes de la oligarquía, bajo el actual gobierno luguista acentuó como nunca su influencia en los gestos y hechos del gobierno de Paraguay. El aplazado ingreso de Venezuela al
Mercosur, que el mismo Lugo se encarga de sabotear aunque aparezca en los medios diciendo lo contrario, solo demuestra que decíamos la verdad cuando años atrás advertíamos que este cura reaccionario constituiría en realidad un gran fiasco, y un caballo de Troya al proceso de integración regional.
También hicimos constar el juego ambiguo respecto al chavismo que realizaba Lugo, quien jamás tuvo gesto y acción consecuente tras su declamado afán “bolivariano”. Ver enlace:
De acuerdo a los cables filtrados por Wikileaks, el embajador norteamericano James Cason consignó que la mayoría de los personajes que integran el entorno de Lugo fingen apoyo a Hugo Chávez sólo por dinero. También reportó antes del triunfo electoral de Lugo en abril del 2008 que el cura se perfilaba como un futuro aliado de Estados Unidos en la región, además de elemento útil para dividir a la izquierda con su estilo “moderado”. Lo demostró sellando alianzas con la Colombia de Uribe, y frustrando una vez más el ingreso de Venezuela al Mercosur durante la última Cumbre realizada en Uruguay.
