Bajo el gobierno de Fernando Lugo, el machismo cobró auge en el Paraguay, según cantan las cifras.
En
el 2010 se registraron en nuestro país un total de 2.030 denuncias de
violencia contra la mujer. De ese total, 410 denuncias fueron por
violencia física, 861 por violencia psicológica, 642 por cuestiones
económicas y 177 por violencia sexual. Esto equivale a 5 agresiones por
día.
Sin embargo, debemos asumir que estas denuncias no
expresan ni agotan la realidad de la violencia contra la mujer, ya que
la mayoría de las mujeres víctimas de situaciones de violencia no se
animan a realizar denuncias por diversas causas.
Según la ONU
la violencia contra la mujer ha tomado visos de pandemia. Los datos de
octubre de 2010 nos dicen que el 59% de las mujeres "sufren diferentes
tipos de violencia: física, sexual, psicológica y económica, dentro y
fuera de sus casas", señala EL SOCIALISTA, vocero del Partido de los
Trabajadores.
En el Paraguay gobernado por un cura, que ha
regado con hijos no reconocidos todo el Paraguay y se ha convertido en
ícono del "machismo con compromiso popular", día a día aumenta la
misoginia emblematizada por el obispo libertino y polígamo, ante la
bochornosa inoperancia de Gloria Rubin. Evidentemente, la ministra se
preocupa más en llevar las ganancias de la publicidad oficial a los
medios que maneja su familia antes que en encontrar soluciones a la
grave situación.
Ser pobre y ser mujer
Señala en su
documento el PT que "En general, en los casos de violencia contra la
mujer, ella pasa a ser culpada por la violencia que sufrió. “Algo tuvo
que haber hecho”; “qué clase de mujer era”; “no hacía bien sus
deberes”; “no le faltaba nada, vivía de lujo”; o, tenía tal o cual
comportamiento reprochable para la sociedad. Estas expresiones y
reacciones ponen de manifiesto que vivimos en una sociedad que apaña y
justifica la violencia machista, y la consecuencia es que la mayoría de
los casos no avanzan o terminan en el opá reí.
La víctima termina
siendo víctima no sólo del agresor, sino de las instituciones y de toda
la sociedad. La justificación es el camino para la impunidad y sólo
lleva a más machismo.
En general, en nuestro país reina la
impunidad, pero ésta es más alevosa y descarada en los casos que atañen
a la mujer, e infinitamente peor cuando la mujer es pobre.
La
violencia contra la mujer se da en todas las clases sociales, pero las
posibilidades de liberarse de la agresión de las mujeres de la clase
trabajadora es más dificultosa, por la falta de empleo, de guarderías,
de lugares de albergue y atención psicológica, y de múltiples formas de
vulneración de sus oportunidades y derechos.
Nuestro país necesita mecanismos legales e instituciones más adecuadas para responder a este flagelo.
Desde
el PT llamamos a organizarnos y exigir al Estado que garantice las
condiciones necesarias para la liberación de las mujeres de todo tipo
de situación que la oprima".
Aumento de los casos
El
asesinato de Sonia Vera, por parte de su esposo Adolfo Trotte, con el
cual llevaba 22 años de casada, y gran parte de las reacciones que se
dieron con relación al hecho, exponen de la manera más cruel el
machismo existente en nuestra sociedad.
Sin dudas este no es un
hecho aislado, muy por el contrario, responde al “típico caso” de
violencia hacia la mujer que termina en muerte. El mismo machismo fue
responsable de otros tres feminicidios la semana pasada: Gloria
Carrera (Salto del Guairá), Sara Rotela (Pedro Juan Caballero),
Edilaine Flecha (CDE).