El legislador Marcelo Duarte, del opositor Patria Querida, presentó al plenario un proyecto de resolución que exige al presidente
Fernando Lugo que brinde un informe pormenorizado sobre los movimientos golpistas en las Fuerzas Armadas. El residente utilizó este argumento para realizar una movida generalizada de jefes militares.
Cuando se refería al tema, el parlamentario manifestó que si dependiera de él, no hubiera sido una declaración lo que hubiera presentado. Manifestó que hubiera planteado un
juicio político.
INEVITABLE
JUICIO POLÍTICO
El chonguismo adoptado como forma de gobierno es por demás irritante tratándose de Lugo, de quien decir que está en minoría en el Parlamento es poco: de 44 senadores sólo 3 comparten su filiación. Aunque el 20 de abril el obispo ganó las elecciones en ancas del pensamiento mágico, la tradición autoritaria del país y la misoginia ingénita, lo hizo con apenas un 40 por ciento de los votos, algo que se refleja con claridad en el Congreso.
Los partidarios del clérigo se esfuerzan en presentar el inminente
juicio político que se les prepara como un golpe de estado, un atentado contra la voluntad popular, aunque entre ellos se encuentren muchos que ya participaron en marzo de 1999 de la destitución del presidente Raúl Cubas, quien había ganado las elecciones con un 54 por ciento de los votos, diferencia mucho más amplia de la que obtuvo el obispo.
Las voces que claman por la destitución del clérigo-presidente por la vía institucional contemplada en la constitución nacional crecen en número, y también en influencia. El
senador colorado Julio César Velázquez instó al vicepresidente Federico Franco a apurar las gestiones para desalojar el Palacio de López al mandatario.
Pero no sólo los opositores se refieren cada vez con mayor fuerza al tema, sino los mismos oficialistas del Partido Liberal, entre ellos el mismo vice-presidente, quien se ve acosado por pedidos similares al del senador Velásquez. También el senador del oficialista Partido Liberal Alfredo Jaeggli se encuentra en esa tesitura.
Otro senador oficialista, Miguel Abdón Saguier advirtió que el juicio político contra el presidente de la República, Fernando Lugo, podría concretarse por el hartazgo de la ciudadanía. La crispación va en aumento día a día, sobre todo por la ambigüedad de Lugo y su empeño en conservar en su entorno a sospechados de corrupción como López Perito.
El desenlace es tan previsible que ya se habla de una repartija de ministerios para el futuro gobierno, una vez que el obispo sea desalojado de la sede de gobierno.
Es que como sentenció el político e intelectual español Enrique Tierno Galván, el poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla.