Mohamed BoudenEntrevistado por : Khalid
Mellouk
Mohamed Bouden: Un gran puente une
Marruecos con España
Mohammed Bouden, el politólogo y el activista
juvenil, ve que las relaciones marroquí- españolas están históricamente arraigadas,
pese a que a veces oscilan entre la estabilidad implícita y la tensión que, a menudo, brota por algunas cuestiones someras
que no perjudican en nada la dinámica de los dos países para más progreso y
apertura en todos los aspectos, tanto estratégicos
como políticos. Así, lo demuestra en esta entrevista.
Las relaciones Ibero-marroquíes
entraron en crisis en un tiempo de la historia, pero ahora la relación entre
los dos países vive sus mejores momentos. ¿Cómo se explica esto?
En primer lugar, al hablar de la región
ibérica, es necesario evocar el Reino de España, la República de Portugal, el
Principado de Andorra y la zona de Gibraltar. En segundo lugar, lo que nos
interesa aquí son las relaciones marroquí-españolas que viven a un ritmo
paulatino, haciendo que los intereses en común se pongan encima de todo. Y yo
creo que las relaciones entre los dos países pasaron, hasta el
momento, por cuatro periodos: el primer período es el de la reconciliación. El segundo período es un período de acercamiento
y el tercero es de adaptación, el último es de madurez. Y de vez en cuando surgen crisis
diplomáticas, y se extiende la
propaganda política, y eso normal que
ocurra sabiendo que la política exterior de los dos países es activa. Entonces
ha de estar al corriente de los cambios conocidos en los dos entornos.
¿Eso significa que España se dio
cuenta del valor del vecino del Sur lejos de las discrepancias de carácter
político?
Voy a empezar por la importancia estratégica
de las buenas relaciones entre las dos familias dinásticas en Marruecos y
España, aunque la institución monárquica española no profesa un papel crucial
en la política exterior española ni en la toma de decisiones. Ya que, el
gobierno electo lo hace. España está plenamente consciente de la importancia de
Marruecos que se he convertido en un país con un peso geopolítico y
geoestratégico a nivel internacional en general y en el círculo mediterráneo de
modo particular. Ahora falta señalar que el horizonte político de las
relaciones entre los dos países está teniendo más contacto. Estos factores
impulsan hacia un proceso de continuidad, y luego mantener la estabilidad. Por
otro lado, hay una serie de factores de motivación para el desarrollo de las
relaciones, aunque a veces se invita a reflexionar más. Es el caso de
relaciones internacionales basadas en la cooperación y en los intereses en común.
Sin embargo, la prensa sigue
transmitiendo los estereotipos…
Tiene sentido que los medio de comunicación de
un Estado democrático sea demócrata y caracterizados por la justicia ejerciendo
una labor fundamental, consistente en informar objetivamente a la opinión
pública, para no ser una cacofonía desde mi punto de vista.
Los marroquíes no van a respetar los medios de
comunicación que trasmiten solo lo malo de Marruecos como un país de arena,
camellos, desiertos y mercados repletos de personas vagabundas, charlatanes, ignorantes
y pobres. Ya que Marruecos es un país que posee un depósito de gran herencia
cultural civilizada de impacto profundo (El legado andalusí como ejemplo) tiene
sus propias peculiaridades y sus ventajas. Y por tanto, hay aspectos que
requieren más esfuerzo.
¿Es capaz de corregir en el futuro?
Para no ofender a los principios generales que
deben regir cualquier relación. Y si el Estado es el guardián de los valores
soberanos, debe ser dispuesto a eliminar todos los obstáculos que se imponen a
la construcción de las buenas relaciones, teniendo en cuenta los tres polos la
ley, la libertad y la verdad.
¿Usted ve tan fácil eso. Dado
que, el tema es complejo y combina lo histórico y lo político?
Esta cuestión debe ser más realista, y esto no
significa dejar a un lado los principios fijos, sino más bien no indagar en la teoría
y en lo ideal. Porque es fácil rechazar la realidad, pero eso no va a conducir
a la consecución de los intereses comunes y el restablecimiento de los
derechos, y a pesar del hecho de que la ecuación del realismo está caracterizada
por su cualidad dificultosa, los resultados en la mayoría de los casos, son
buenos. El realismo permite el equilibrio de intereses y no el equilibrio de
poder, y permite a las partes enriquecer la atmósfera que sirve al proceso de
desarrollo.
Usted como académico y activista juvenil.
¿Qué papel podéis desempeñar para
cambiar la imagen de la juventud marroquí sobre el vecino del Norte?
En realidad,
la imagen de España en la percepción de los jóvenes marroquíes es distinta
y está asociada al colonialismo, la inmigración, el fútbol (Real Madrid y
Barcelona) y la política. Pero el gran puente que conecta España con Marruecos
es la inmigración, y la mayoría de los inmigrantes son jóvenes. Y yo como
activista juvenil, no veo nada de malo que los españoles emigren hacia
Marruecos, porque nos unen muchas cosas (Cercanos geográficamente, similitud
climática, historia y cultura comunes, además de lo referente a la política y a
la económico). En cuanto a mi papel como investigador es reformista e impulsa las relaciones hacia un
mejor clima, cada uno desde su espacio.
¿Significa que estamos obligados a
dejar de lado las discrepancias y trabajar para el interés común?
Esto es inevitable
¿Empezamos a notar eso?
Sí, claro.
¿Donde se ve esta transformación?
Las relaciones han llegado a lo que podríamos
llamar la etapa de madurez, dado el éxito de los funcionarios de los dos países
en alejarse de tratar los temas tradicional que desde hace más de cuatro
décadas venían afectando las relaciones entre los dos países. Además de que hay
un entendimiento y una gran cooperación entre los dos vecinos en el ámbito de
la lucha contra la inmigración de los subsaharianos, el terrorismo y otros
riesgos de seguridad.
Con respecto a la cuestión del Sahara veo que España
tendrá un gran papel, siendo miembro no permanente del Consejo de Seguridad
para el período comprendido entre 2015-2016, y Marruecos necesitará apoyo
español en el Consejo de Seguridad.
Última palabra para los lectores
Mis gratitudes y aprecio. Espero el mayor
progreso de los dos países amigos.