
El papel conciliador del rey de Marruecos es
nuevamente fundamental para llevar a buen término el conflicto libio
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Ha trascendido que muy pronto se instalará un gobierno
de unidad para salir del conflicto libio, dado que ello sugiere la firma del
Acuerdo entre los representantes de los parlamentos rivales libios que se celebrará
este Miércoles 16 de diciembre en Skhirat.
Patrocinado por la ONU, esta firma augura, según
Salaheddine Mezouar, Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, una nueva
etapa de "reconstrucción del país y el establecimiento de instituciones
capaces de garantizar la estabilidad y la cohesión nacionales".
Es digno de destacar el papel del Rey Mohammed VI de
Marruecos, que acompañó y gestionó este proceso político en el terreno, siendo
ampliamente elogiado por la comunidad internacional.
Las partes rubricarán el acuerdo amparado por la ONU
que dará lugar a un proceso constituyente de un nuevo Ejecutivo que supla un
peligroso "vacío de poder". Los diputados de la Cámara Legislativa de
Trípoli se reunirán el próximo miércoles en una sesión plenaria con el fin de
aceptar o rechazar el acuerdo político que los gobiernos rivales libios tienen
previsto firmar ese mismo día en la ciudad marroquí de Sjirat.
Libia se ha convertido en un estado fallido, víctima
del caos y la guerra civil, desde que 2011 la comunidad internacional apoyara
militarmente el levantamiento rebelde contra la dictadura de Muamar al Gadafi.
Desde entonces, el poder está divido entre dos
gobiernos, uno en Trípoli y otro en Tobruk, que luchan por el control
territorial apoyados por señores de la guerra, mafias de tráfico de armas y
personas y diferentes tipos de milicias.
Del enfrentamiento y el vacío de poder se aprovechan
bandas armadas afines al grupo yihadista Estado Islámico, que junto a la
Organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) han ampliado su
influencia en el país y en todo el norte de África.
Los veintiún signatarios expresaron su
"determinación, en colaboración con el Gobierno de unidad nacional libio,
a derrotar al EI en Libia y a eliminar la amenaza que representa para el país y
para la seguridad internacional".
"Estamos preparados para apoyar (la
reconciliación). Es el momento de romper este Estado fallido de Libia. Estamos
firmemente decididos a animar a que se llegue a un acuerdo que no se detenga
ante el individualismo", manifestaron.
La firme posición marroquí ante la amenaza yihadista,
ha hecho cobrar notoriedad a su papel protagónico en la escena internacional.
Semanas atrás, Mohammed VI fue aclamado en Paris por
el gobierno de Hollande, con quien poco después suscribió acuerdos para formar
imanes franceses de acuerdo a la interpretación del islam vigente en
Marruecos. Los organismos de seguridad
marroquíes habían sido claves para desmantelar la célula terrorista de ISIS en
Saint Denis.
También el gobierno de Bélgica peticionó al soberano
marroquí una colaboración "estrecha y avanzada" en materia de
inteligencia y de seguridad, tras la conmoción creada por los atentados de
Paris. Fueron los organismos de seguridad de Marruecos quienes identificaron a
Salah Abdeslam, el yihadista que cruzó la frontera con Bélgica el mismo día de
los actos terroristas.
Desde su llegada al trono en 1999, el Rey Mohammed VI
se ha caracterizado por ofrecer un papel conciliador entre partes antagonistas,
además de promover la modernidad y el pluralismo en su Reino.
Todo parece indicar que al igual que en la religión,
donde Marruecos se encuentra a la vanguardia en la interpretación islam, este
Reino gobernado por una monarquía constitucional se consolidará a la cabeza de
los gobiernos progresistas del mundo musulmán.. LAW