El triunfo del Parlamento sobre el autogolpe judicial del cura
Fernando Lugo, allana el camino para un juicio y destitución del obispo-presidente.
Los opositoresculparon al Ejecutivo de estar detrás de la “maniobra” para reincorporar a la Corte a los ex ministros Carlos Fernández Gadea y Bonifacio Ríos Avalos, buscando judicializar un impeachment, que no constituye en realidad un juicio sino un mecanismo de destitución de altos funcionarios.
La evidencia es que Lugo es el principal beneficiado si se instala la tesis de que un juicio político es revisable por la Corte. La tibia reacción ante la resolución de la Corte por parte del cura, y el festejo del fallo que hicieron sus partidarios, puso en evidencia las verdaderas intenciones.
Con la anulación del fallo, queda despejado el camino para enjuiciar y destituir al cura con hijos, por haber deshonrado como pocos la investidura presidencial del Paraguay.