Una
"quema de archivo" se consumó en la tarde de ayer miércoles en
Paraguay, con el asesinato de un miembro del grupo guerrillero EPP,
Severiano Martínez, cuya presentación ante la prensa iría a ocasionar
graves dificultades al gobierno arzobispal del cura
Fernando Lugo.
Al
respecto, el presidente del Congreso manifestó que le llamaba
poderosamente la atención que la aparición del cadáver de Martínez se
producía inmediatamente después de la publicación de Lugo con grupos
guerrilleros que operan en Paraguay y Colombia.
El médico que
examinó el cadáver, por otro lado, deslizó la infidencia de que el
cadáver presentaba marcas en las muñecas, como si hubiera estado
esposado con vida antes de ser ejecutado.
Sospechosamente, el
hecho se produjo el mismo día en que la prensa paraguaya publicó
fotografías del cura
Fernando Lugo junto a varios miembros del grupo
armado, uno de cuyos integrantes acabó asesinado hoy.
A propósito de las conocidas vinculaciones de Lugo con el EPP, y otros grupos armados, puede consultarse los siguientes enlaces:
http://www.lanacion.com.py/noticias-292209.htm
http://www.lanacion.com.py/noticias-290064.htmEL CASO COCO VILLAR
Los
antidrogas pagados por la embajada norteamericana realizan frecuentes
ejecuciones a cara descubierta y con implicancias políticas en Paraguay.
El asesinato del supuesto sicario Coco
Villar es emblemático al
respecto.
El hijo del mismo, José
Villar (h), 10 años, declaró a la
justicia que en las primeras horas de la mañana del 2 de julio de 1999,
se encontraba en compañía de su padre y que llegó a su casa su compañera
de escuela Pablina Pavón.
El menor refirió que en ese momento
irrumpieron policías que atropellaron la casa y empezaron a disparar,
por lo que su padre corrió. "Le dispararon y le acertaron en la espalda.
Los policías le rodearon y le patearon cuando estaba en el suelo".
El niño dijo que su padre no tenía arma y que lo visitaba cada ocho días, en la casa de sus abuelos, con quienes vivía.
Villar
fue involucrado por un testigo falso en el atentado contra el
vice-presidente Luis María Argaña, en medio de un enrarecido clima de
persecuciones políticas desatado por el gobierno que compartían los
seguidores de Argaña con muchos de quienes hoy constituyen el entorno
del obispo Fernando Lugo. A raíz de esta acusación, un grupo de
militares antidrogas y de la Guardia Presidencial, al mando de León
María Poissón, allanaron sin orden judicial la casa de los padres de
Villar, supuestamente, en busca de drogas y armas robadas del Ejército.
El
frustrado candidato del obispo Fernando Lugo a ocupar el cargo de
ministro de la Corte, Emiliano Rolón, encubrió en su momento este
homicidio intencional con una vergonzosa actuación.